HISTORIA DE MONTERREY
Monterrey pasó por tres intentos de fundación, los primeros dos fracasaron por la resistencia de los indígenas de la región, las condiciones del terreno y los desencuentros de dos fundadores con la Inquisición, el primero de ellos fue realizado por Alberto del Canto en 1577. Después de fundar la Villa de Saltillo, descubrió el Valle de Extremadura (el actual valle de Monterrey) y creó el pueblo de Santa Lucía, junto a los ojos de agua. Este pueblo, que probablemente fue habitado principalmente por indígenas, no duró mucho, porque en 1578 se giró orden de aprehensión en contra de Del Canto.
Unos años más tarde, los reyes de España estaban decididos a no pagar más viajes de exploración, dando la libertad a quien quisiera hacerlo, siempre y cuando lo fuera con sus fondos y por su propia cuenta. Luis de Carvajal y de la Cueva viajó a España y negoció con el rey Felipe II la conquista, pacificación y población de lo que llamarían el Nuevo Reino de León. La propuesta fue aceptada y Carvajal volvió a la Nueva España, desembarcando en Tampico.
Durante ocho años el Nuevo Reino de León estuvo despoblado. Los primeros en llegar después de este tiempo fueron los compañeros de Luis de Carvajal y de la Cueva, provenientes de Saltillo. Entre ellos estaba Diego de Montemayor, quien después del otorgamiento del título de lugarteniente por el gobernador de Coahuila, también decidió volver. Acompañado de doce familias, Montemayor arribó a lo que era el Nuevo Reino de León y fundó el 20 de septiembre de 1596 la Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey.
La historia de la ciudad de Monterrey y su estado, Nuevo León, están estrechamente ligadas. Cuando se fundó el Nuevo Reino de León, éste se limitaba a Monterrey, Monclova, Cerralvo y Saltillo y las familias fundadoras provenientes de España formaron un grupo de una treintena de personas en cada localidad de la zona. Poco a poco, Nuevo León se fue poblando con las familias de pastores trashumantes que combatieron y desplazaron a los grupos indígenas nativos y más tarde, defendieron la que ya habían hecho tierra propia, de las incursiones de otros grupos nativos, generalmente llamados apaches; desplazados, a su vez por los colonos texanos y, después por los norteamericanos. Posteriormente, y antes de la invasión estadounidense de México, la ciudad quedó a un paso de la frontera y comenzó a ser un lugar estratégico para la industria y el comercio entre los dos países.
La ciudad había estado aislada por la Sierra Madre Oriental y, alejada del centro de la Nueva España y del después, México independiente. Comenzó a desarrollarse —desde finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX— en todos los sentidos: demográfico, social, político y económico.
Cabe señalar que la ciudad de Monterrey y, más ampliamente, el Estado de Nuevo León no sufrieron de un proceso de conquista como ocurrió en otras regiones del país; el fenómeno que ocurrió en la localidad fue el de colonización, ya que las pocas tribus indígenas que habitaban cerca de los territorios del estado, eran errantes, con costumbres nómadas, lo que trajo como resultado un clima de hostilidad entre los nativos y los colonos españoles. Gran parte de la población neoleonesa actual; quienes ubican a sus ancestros desde los tiempos de la fundación del Nuevo Reino de León y de la ciudad de Monterrey, son de origen criollo español.
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